Alquile un directivo para sus proyectos más importantes
El ‘interim management’ permite a las pymes contar con ejecutivos con amplia experiencia para que se encarguen de operaciones estratégicas. Ayudará a mejorar la proyección del negocio.
El desarrollo internacional de su actividad era todo un reto para Suavinex, empresa de puericultura. No quería que sus ventas en el exterior se quedaran en un hecho puntual. Su objetivo era conseguir una gran proyección en el extranjero. El alquiler de un directivo para liderar la operación, a través del sistema interim management, les permitió crear un departamento profesionalizado, capaz de afrontar el crecimiento de la compañía. Para ello, contaron con este profesional a través de una empresa que se encarga de proveer este tipo de trabajadores que gestionan proyectos específicos de diferentes organizaciones.
Esta modalidad cada vez está más orientada a pymes que desean comenzar nuevas operaciones, pero echan en falta en su plantilla a alguien especialmente cualificado para ello. A través de este sistema pueden contar de forma temporal con directivos sénior con una amplia experiencia en su sector. La especialización de estos altos ejecutivos es su principal ventaja, ya que resulta clave para el éxito del proyecto. Normalmente resultan adecuados para operaciones que, de media, duran entre cuatro y seis meses, aunque si la complejidad es mayor se pueden extender hasta el año.
-Modalidades: «En función de los objetivos del proyecto o misión, el tamaño de la empresa, el tiempo disponible para lograr los objetivos y el coste que puede soportar, la pyme puede optar por diferentes opciones», explica Alfonso de Benito, socio director de Executive Interim Management. Este sistema ofrece un directivo que trabajará como consejero para los negocios que necesiten un líder en un área concreta (head renting); o bien un profesional que se encargará de controlar un proyecto exclusivamente (interim management).
-Contrato: Las pymes se deben poner en contacto con organizaciones especializadas que cuenten con una cartera de perfiles y que se encarguen de seleccionar los más adecuados para cada proyecto. Funcionan como una consultora y primero ayudan a fijar la misión que tiene la pyme. El profesional que se incorpora debe estar muy enfocado a esos objetivos y una vez que se cumplan se va de la empresa. «Las firmas facturan mensualmente a la consultora tanto por el apoyo que ésta presta durante la operación, como por los servicios en los que trabaja el nuevo profesional», añade De Benito. No se trata de un trabajador en nómina y, de esta manera, las pymes se ahorran los costes de selección, sociales o indemnizaciones.
-Áreas: «Son profesionales que, aunque siempre han existido en determinadas funciones estratégicas y administrativas, ahora pueden ser fuertemente demandados por su alta rentabilidad en posiciones tácticas», comenta Aziz Zaghnane, director de márketing de la agencia de recolocación de Lee Hecht Harrison. En este sentido, destaca que las pymes deben optar por esta solución cuando se encuentran en una fase crucial en actividades que influyen directamente en la evolución de la firma.
Aunque la internacionalización es una de las tareas por las que más se recurre a esta práctica, las compañías también pueden sacar partido de estos directivos para otras áreas. Por ejemplo, se pueden asumir responsabilidades de segmentación de clientes cuando la empresa quiera ampliar su mercado y realizar una clasificación del público al se quiere llegar, así como fijar la manera en la que se va a interactuar con la nueva comunidad. También les resultará útil a las que deseen trabajar con organismos públicos. Estos expertos se encargarían de facilitar las relaciones con la Administración o con centros de investigación.
-Relación: Los gerentes de los negocios no se deben confiar por el hecho de contar con un gran talento, ya que también deben insistir en su motivación y vínculo con la firma. De hecho, aunque trabajan por servicio contratado, una vez haya cumplido sus funciones, la pyme tiene la posibilidad de incorporarlo de manera definitiva en su plantilla.
«Queríamos un perfil muy profesionalizado»
«Buscábamos una persona con un perfil muy profesionalizado y con experiencia en el desarrollo internacional de compañías», comenta Juan Ramón García, consejero delegado de Suavinex, pyme dedicada a la puericultura. A través de la organización Executive Interim Management (EIM) contaron con un directivo que lideró la operación.
Para esta pequeña empresa supuso un gran refuerzo de su departamento comercial, sobre todo, en el área de ventas en el extranjero. Ahora todo el crecimiento establecido en el plan estratégico se sustenta en el desarrollo de la firma en los mercados internacionales.
«En un principio formalizamos un contrato para un año, pero finalmente, tras seis meses de trabajo, decidimos incorporar al directivo en la nómina de la compañía», explica el consejero delegado. Para ello, tuvieron que llegar a un acuerdo con EIM y así poder llevar a cabo su incorporación. El coste de este proceso en el caso de Suavinex ascendió a 110.000 euros. Así, las pymes que deseen contar con el nuevo profesional de manera definitiva han de estudiar si se adaptará bien al nuevo ritmo de trabajo y si encajará con el grupo. Además de tener que pagar un nuevo salario y costes sociales, también deberá asumir los gastos hasta llegar a un acuerdo con la consultora.
Fuente: Expansión